Mens sana in corpore sano. Pon un poco de deporte en tu vida y los resultados no se harán esperar: no solo tendrás una silueta envidiable sino que reforzarás tu autoestima y potenciarás tu espíritu de superación y sacrificio. Sobre todo si te sientes cansada, estresada y desanimada, sigue leyendo: te damos la clave para lograr el ansiado equilibrio.
El sedentarismo es un mal que afecta a más del 60% de la población adulta mundial y que está provocado, en gran medida, por la falta de movilidad ligada a los trabajos modernos, que nos obligan a pasar horas y horas frente al ordenador. Según la Organización Mundial de la Salud este problema puede erradicarse fácilmente incorporando a nuestra rutina diaria media hora de ejercicio físico. Y, por supuesto, cambiando ciertos hábitos de vida como mejorar nuestra alimentación; desplazarnos a pie en lugar de coger el coche para todo y aprovechar los momentos de ocio para practicar actividades deportivas en familia.
Ten en cuenta que el deporte no solo te aporta beneficios físicos sino también emocionales, pues se convierte en la mejor terapia para combatir el estrés y la ansiedad que preside nuestra vida cotidiana. Además, activa la producción de endorfinas, unos neurotransmisores con propiedades sedantes y analgésicas que mejora el estado de ánimo, combate el estrés y nos hace sentir felices.
Dejarte la vida y las fuerzas en un gimnasio no siempre es la mejor alternativa para descargar las tensiones y la energía negativa después de un largo día de trabajo. En esos casos lo más recomendable es hacer ejercicio físico moderado que no nos lleve a la extenuación, sobre todo si ya estamos padeciendo una situación de cansancio físico y mental excesivo.
Actividades como estas son estupendas:
- Taichi: es un arte marcial con aplicaciones terapéuticas. Está recomendado para personas de cualquier edad y sexo y su práctica ayuda a localizar y canalizar de forma adecuada la energía vital de nuestro organismo. Con ello se consigue la perfecta armonía entre el plano físico y mental. Se tratan de ejercicios suaves, pausados y armónicos cuyos beneficios saltan a la vista tanto física como emocionalmente pues reduce los niveles de estrés y ansiedad gracias al autocontrol de la respiración necesario para la práctica de los ejercicios; mejora la flexibilidad y estimula el sistema cardiovascular.
- Reiki: es un arte de curación ancestral japonés que se realiza a través de la imposición de manos por parte de un especialista que intentará reconducir el flujo de energía de nuestro organismo. Esta terapia entiende que la falta de salud (física, mental y emocional) procede de un desequilibrio en la energía de la persona enferma y gracias al este método se logrará conseguir la estabilidad entre la energía universal (Rei) y la vital (Ki) de cada persona. Su práctica estimula las fuerzas internas de cada uno, equilibra sus centros energéticos y mejora las funciones metabólicas del cuerpo.
- Qi Gong o Chi Kung: es una terapia medicinal de origen chino basada en el control de la respiración. Y es que solo se goza de buena salud cuando conseguimos el correcto equilibrio entre la mente y el cuerpo, y ese bienestar se logra a través de la meditación y del control de la respiración. Sus adeptos aseguran que su práctica les ayuda a eliminar tensiones y el estrés diario y lo definen como un auténtico caudal de paz que les aporta salud y vitalidad. Por eso también es conocida como la fuente de la juventud.