El aparato genital femenino cuenta con un sistema de defensa frente a las agresiones externas. Es la flora vaginal, que actúa ayudando a evitar infecciones y otras molestias que pueden repercutir en el bienestar y la sexualidad de la mujer. Por esta razón es vital mantener su equilibrio.
La flora vaginal está formada por bacterias, lactobacilos en su mayoría, que producen peróxido de hidrógeno y ácido láctico para mantener una acidez óptima en la vagina y combatir así a microorganismos perjudiciales.
Cuando la concentración de lactobacilos en la vagina desciende en exceso, se rompe el equilibrio natural de la flora íntima y pueden aparecer infecciones no deseadas.
Posibles causas del desequilibrio de la flora vaginal
- Estrés. El exceso de estrés puede provocar una bajada de defensas y desequilibrar la flora vaginal, pero también la de otras partes de nuestro cuerpo como la flora digestiva.
- Ingesta de medicamentos. Determinados fármacos, como los antibióticos, los corticoides y los inmunosupresores, pueden afectar el equilibrio de la flora vaginal.
- Alimentación desequilibrada. Pese a no estar totalmente demostrado, algunas teorías relacionan el exceso de azúcares en la dieta a alteraciones en la flora vaginal, con aparición de cándidas y otros agentes infecciosos.
- Inadecuada higiene íntima. La higiene también tiene que ser equilibrada, ni demasiada ni muy poca, y siempre productos que respeten el pH de la zona genital.
- Ropa sintética. Intenta intentar evitar su uso y opta por la de algodón. Los pantalones muy apretados también son un factor de riesgo de irritación y otras molestias.
Teniendo en cuenta estas recomendaciones será más fácil mantener el equilibrio de la flora vaginal y alcanzar el máximo bienestar.