La laxitud vaginal es la pérdida o disminución del tono de la vagina. Afecta a un gran número de mujeres, sin un rango de edad definido y trae consigo consecuencias tanto físicas, como funcionales y psicológicas.
El suelo pélvico está formado por un conjunto de músculos y ligamentos situados en la parte inferior de la pelvis.
Podemos agrupar sus funciones en 3 tipos:
- Sostener: mantienen los órganos en su lugar, y aguantan el peso del embrión o embriones, durante la gestación.
- Cerrar: evitando que se escapen la orina, los gases o las heces.
- Complementar: Ayudar a mejorar las funciones sexuales, digestivas y durante el parto, a través de la fuerza y la contracción.
Entre las principales causas de la laxitud vaginal podemos enumerar:
- Embarazo
- Parto vaginal, sobre todo si el bebé ha sido grande
- Sobrepeso
- El paso del tiempo
- Cambios hormonales
- Correr o hacer abdominales
- Predisposición individual
Las mujeres que padecen este problema pueden sufrir pérdidas de orina al toser, estornudar o al hacer deporte (incontinencia urinaria de esfuerzo), disminución de las sensaciones de placer durante la actividad sexual, entrada de agua en la vagina cuando se bañan en el mar o la piscina, notar ruidos o escapes de gases vaginales o que no pueden retener el tampón correctamente y en casos graves prolapso o descenso de los órganos pélvicos (cistocele, prolapso uterino, rectocele).
Estas consecuencias afectan tanto física como emocionalmente a la paciente, incluso puede llegar a afectar la vida en pareja.
Existen diferentes métodos y ejercicios, para la prevención o el fortalecimiento del suelo pélvico, pero requieren dedicación y tiempo. Por ello, se aconseja, además, realizar dos tratamientos que os propongo a continuación:
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Uno de ellos es el láser CO2. El láser CO2 ayuda a recuperar el tono y la elasticidad del área genital y regenera la mucosa vaginal. La energía láser es distribuida en la cavidad vaginal, consiguiendo la retracción y tensado del tejido y promoviendo la remodelación y síntesis de nuevo colágeno.
Este método es mínimamente invasivo y no quirúrgico, se realiza por sesiones, completamente ambulatorio y con anestesia local.
- El segundo tratamiento que se puede realizar en consulta son sesiones de electromagnetismo. Sentada en un sillón dotado de un solenoide (bobina formada por un alambre enrollado en espiral sobre un armazón de forma cilíndrica que crea un campo magnético al paso de la corriente eléctrica), se induce la producción por la musculatura del suelo pélvico de miles de contracciones supramáximas, imposibles de realizar de manera voluntaria por sí misma.