El verano es probablemente la época del año en que más pendientes estamos de nuestro cuerpo. Al llevar menos ropa, es todavía más importante sentirnos bien con nuestro aspecto y nuestro estado físico.
Por eso este mes traigo unas cuantas ideas para que te actives, hagas deporte (o simplemente ejercicio) y te veas mejor en cuanto llegue el momento de ponerte el bikini. Como la mayoría de actividades físicas, sus efectos no son milagrosos y se ven mayores resultados cuanto más las prolongamos en el tiempo, pero por algún lugar se empieza y esta puede ser la mejor época para ponerte las pilas. Vamos a por ellas.
- Apúntate a la piscina. Nadar está al alcance de todas, sea cual sea vuestro ritmo. Además, con el buen tiempo da menos pereza cambiarse de ropa y meterse en el agua. Sobre los beneficios de la natación ya se ha escrito mucho: tonifica tus músculos, favorece la coordinación, quema calorías, ejercita la flexibilidad de la columna, mejora la circulación, disminuye el estrés…
Y si además la piscina que elijas tiene solárium, empezarás el verano con un bonito bronceado. - Sal a correr. Este es el momento perfecto, porque no hace ni mucho frío ni mucho calor, y verás que, aunque al principio da pereza, la sensación de bienestar es inmediata. Además, nadie –que no seas tú misma- te obliga a recorrer una distancia ni a hacerlo en un mínimo de tiempo. Así que mi consejo es que básicamente corras para disfrutar y que te pongas retos asequibles, como correr un minuto más cada día. Un truco con el que mejorarás sin apenas darte cuenta.
- Haz un intensivo. De fin de semana, quince días, un mes… Y de lo que quieras: puedes hacer una iniciación al tenis, unas clases diarias de pilates, de aquagym, etc. Verás que el tiempo pasa rapidísimo cuando haces ejercicio y no solo eso; al tratarse de intensivos sí que es más probable que veas resultados con rapidez. Infórmate sobre las propuestas en tus gimnasios cercanos, centros cívicos, etcétera, y aprovecha para probar algo nuevo.
- Dedica 30 minutos al día a hacer ejercicio… desde casa. Aunque vayas mal de tiempo o te sea complicado salir de casa, no tienes por qué renunciar a un poco de actividad física. Busca una tabla de ejercicios que te parezca adecuada y repítela todos los días (o incluso en días alternos, también servirá) antes de ir a trabajar o cuando llegues a casa por la tarde. Así conseguirás desconectar, dedicarte unos minutos a ti y estar un poco más en forma.
Ya lo ves. Hay múltiples opciones para llegar perfecta al verano. Ahora solo tienes que elegir la tuya.