El hierro es un oligoelemento presente en la naturaleza y necesario para nuestro organismo, ya que ayuda a transportar el oxígeno hacia los distintos tejidos.
Junto con la del calcio, la falta de hierro es una de las deficiencias alimentarias más habituales en mujeres jóvenes y activas. Esto puede derivar en ferropenia, es decir, niveles bajos de hierro, y en los casos más extremos, en una anemia ferropénica.
Síntomas de la falta de hierro
- Sentir fatiga sin causa aparente
- Disminución del rendimiento físico y mental
- Uñas y cabellos quebradizos
- Cambios de comportamiento
- Menor resistencia a las infecciones
Suplementación con hierro en el embarazo
Para satisfacer la demanda del futuro bebé, la placenta y de la madre, en el embarazo aumentan las necesidades de hierro. Por esta razón, la OMS recomienda que las futuras madres tomen suplementos de hierro como parte del control prenatal.
Sin embargo, el hierro presenta una limitación y es que algunas ocasiones no se tolera demasiado bien por el organismo.
De entre todos los preparados de hierro, uno de los que ha demostrado mejor biodisponibilidad y tolerancia digestiva (evitando la irritación intestinal), es el bisglicinato, un hierro aminoquelado, resultado de unir hierro con dos moléculas de glicina.
El hierro aminoquelado minimiza las limitaciones de tolerancia conocidas hasta ahora, y resulta una excelente opción para la formulación de complementos vitamínicos y minerales, ya que no interfiere con ellos.