El ácido fólico o vitamina B9 es fundamental para la vida ya que interviene en la síntesis proteica y del ADN. Se considera un nutriente esencial ya que las personas no podamos sintetizarlo y debemos conseguirlo a través de lo que comemos.
En caso de embarazo, desde la preconcepción hasta el final del primer trimestre se recomienda tomar complementos de ácido fólico para ayudar a prevenir malformaciones en el recién nacido como defectos del tubo neuronal (DTN), reducir el riesgo de partos prematuros, bajo peso al nacer o crecimiento intrauterino retardado.
Los DTN son la anomalía congénita más frecuente tras las cardiopatías congénitas. Suceden por un fallo en la fusión del tubo neural durante la embriogénesis precoz, entre los días 21 y 27 de vida embrionaria.
El ácido fólico en los alimentos
Podemos consumir ácido fólico a través de vegetales de hoja verde, hígado, frutas, cereales, legumbres, levaduras y frutos secos.
Pero como no siempre se consiguen cubrir los requerimientos a través de la alimentación , la SEGO (Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia) y la Dirección General de Salud Pública del Ministerio de Sanidad y Consumo recomiendan que las embarazadas tomen suplementos de ácido fólico en las etapas de preconcepción y durante las primeras 12 semanas del embarazo.