Como consecuencia de los cambios hormonales que ocurren en la perimenopausia, vinculados a la pérdida definitiva de la función de los ovarios, algunas mujeres presentan síntomas que pueden afectar negativamente su calidad de vida. Existe una asociación causal entre los síntomas vasomotores (sofocos / sudoración o bochornos), los cambios emocionales (irritabilidad, depresión, insomnio) y la disminución de las hormonas femeninas, sobre todo de los estrógenos.
¿Qué son los síntomas vasomotores?
Se presentan como una sensación subjetiva de calor que habitualmente se asocia con vasodilatación cutánea, sobre todo en la cara y el cuello, provocando enrojecimiento, sensación de calor y sudoración, seguida de un descenso de la temperatura corporal y aceleración transitoria de la frecuencia cardíaca (palpitaciones).
¿Cuándo se producen los sofocos y bochornos?
La clínica vasomotora suele comenzar en la perimenopausia y desaparece de forma gradual con los años. Su intensidad y frecuencia puede ser muy variable, desde unos pocos al día hasta varios episodios, llegando incluso a limitar de forma importante el día a día de las pacientes.
Los típicos sofocos de la menopausia y las sudoraciones nocturnas pueden provocar además alteraciones del sueño que favorecen la aparición de cuadros de fatiga, irritabilidad, insomnio, disminución de la concentración y falta de memoria.
La presencia de algunos factores podría aumentar el riesgo de sufrir síntomas vasomotores así como su frecuencia e intensidad, por tanto sería bueno evitarlos. Entre ellos tenemos:
• Aumento de peso
• Obesidad
• Tabaco
• Sedentarismo
Tratamiento de los síntomas vasomotores
Existen algunas medidas y hábitos que necesariamente deben adoptarse para el adecuado tratamiento y prevención estos síntomas tan incómodos, pudiendo ayudar a disminuir el impacto negativo que tienen sobre la salud y calidad de vida de la de la paciente:
• Aumentar la ingesta de bebidas frías
• Evitar comidas picantes, el café, tabaco y alcohol
• Utilizar un abanico
• Realizar actividad física
• Ventilar las habitaciones y usar aire acondicionado
En relación al tratamiento médico de los síntomas vasomotores: la Cimicífuga racemosa (Black cohosh en inglés) es una buena alternativa a la terapia hormonal, sobre todo en casos leves a moderados, o con alguna contraindicación al tratamiento con estrógenos. Esta planta medicinal proveniente del Norte de América ha sido usada a lo largos de los siglos por tribus indígenas en el tratamiento de numerosas condiciones, sin embargo su indicación más frecuente en la práctica médica actual es el tratamiento de los sofocos, sudoraciones y cambios emocionales de la peri y postmenopausia. Su eficacia y seguridad han sido avaladas por numerosos estudios. El mecanismo de acción está por definirse, algunos estudios sugieren que carece de efecto estrogénico, otros muestran un efecto modulador similar a los estrógenos en algunas áreas del cuerpo y por último se piensa que puede actuar a nivel cerebral de forma similar a una sustancia denominada “serotonina” que interviene en el equilibrio emocional del ser humano.
Recuerda que existen terapias alternativas eficaces y seguras para disminuir o evitar esos síntomas vasomotores y de labilidad emocional tan incómodos, y que afectan significativamente la calidad de vida. Consúltalo con tu médico.
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