Es algo tan sencillo como que las vulvas son los genitales externos femeninos, equivalentes al escroto y pene masculino, y la vagina es el canal que comunica la vulva con los genitales internos femeninos, es decir, el útero y los ovarios. Con esto ya sería suficiente para diferenciar ambas partes de nuestra anatomía, pero dejo unas pinceladas de que partes constan ambas.
¿Cómo son las vulvas?
Lo primero que hay que hacer es coger un espejo y visualizar y conocer los genitales, ya que la gran mayoría de mujeres nunca o muy pocas veces se han mirado con un espejo esta parte anatómica.
Lo que vemos de la vulva
La vulva está formada, de fuera adentro por unos labios mayores o externos, que por su cara externa están recubiertos por vello, con una piel pigmentada y rugosa, y por su cara interna se unen a los labios menores o internos. El volumen y tamaño de estos depende de la grasa que contienen, motivo por el que pueden variar con la edad o el cambio de peso. La función de los labios mayores es ser la primera protección de nuestra vagina, manteniendo un ambiente húmedo, amortiguando presión externa, y evitando como primera barrera la entrada de patógenos.
Internamente a éstos, se hallan los labios menores o internos o ninfas, que recubren la entrada a la vagina o introito. Suelen ser mas delgados y cortos que los labios mayores. En su parte superior, rodean el clítoris para formar el capuchón del clítoris. Y en su parte más inferior o posterior, se unen en la línea media, en la horquilla perineal.
El espacio comprendido entre la cara interna de los labios menores y la entrada de la vagina se conoce como vestíbulo. Y llegamos a la entrada de la vagina, o introito, que es un orificio y en cuya entrada estaría el himen.
El himen es una membrana mucosa que está perforada habitualmente en forma circular, pero existen muchas variantes, incluso el llamado himen imperforado, que requiere cirugía para permitir el sangrado menstrual. En las mujeres activas sexual y vaginalmente, el himen queda como un remanente, con las llamadas carúnculas himeneales a ambos lados de la entrada vaginal. Por encima del introito vaginal vemos el siguiente orificio, que es el meato uretral, donde desemboca la uretra que desde la vejiga conduce la orina hasta su salida.
Y, por último, y el más importante, el clítoris, un órgano cuya función exclusivamente es la obtención de placer. Lo que visualizamos externamente es el glande del clítoris y su capuchón.
Lo que no vemos de la vulva
Los labios mayores, como hemos visto están compuestos principalmente por tejido graso. En su cara externa, además del vello púbico, tenemos toda una serie de glándulas, que proporcionan lubricación a la piel, y otras que producen sudor. Los labios menores, por su lado, tan solo poseen las glándulas sebáceas, pero están dotados de un tejido eréctil.
Existen tres tipos de glándulas que nos ayudan a la hidratación y/o lubricación de la vulva. Unas son las glándulas de Bartholino, a ambos lados del introito. Tenemos también otras glándulas vestibulares, a ambos lados del introito vaginal, de menor tamaño que las de Bartholino y se hallan junto a éstas y su función se complementa.
Y las glándulas de Skene, que se encuentran en la cara inferior de la uretra y ocasionalmente pueden desembocar al lado del meato uretral. Por último, el clítoris. El clítoris es un órgano formado por un glande y un cuerpo con dos raíces y mide en su totalidad hasta unos 9-10 cm. Está formado por un tejido eréctil. El glande del clítoris está recubierto por un capuchón. El cuerpo del clítoris va en dirección hacia arriba desde el glande y angulándose se dirige hacia abajo dividiéndose en dos raíces.
¿Cómo son las vaginas?
La vagina es un canal o tubo que se extiende desde la vulva (introito vaginal) hasta el útero. Mide aproximadamente 10-12 cm de largo. Por delante está en contacto con la vejiga urinaria y la uretra y por detrás con el Douglas, que es la parte más baja de nuestro abdomen, el recto y el cuerpo perineal y diafragma urogenital. Está recubierta por una capa que depende del estímulo de los estrógenos. Por ello, con todo lo que disminuye el nivel de estrógenos, como en la llegada de la menopausia o el uso de anticonceptivos, esta capa se vuelve más fina, causando en muchas mujeres problemas tanto en sus relaciones sexuales, por tener más sequedad y dolor, así como alteraciones también en su pH y microbiota, con el riesgo de infecciones, no tan sól vaginales, sino también urinarias.
Existe un complejo o zona, no tanto un punto, en la cara anterior de la vagina, por debajo de la uretra, que comprende un aumento de terminales nerviosas y vasos sanguíneos y que participa activamente en el orgasmo femenino, el complejo clitorouretro-vaginal (más conocido como punto G) y que gracias a su estimulación también se obtiene placer en la actividad sexual.
En el fondo de la vagina desemboca el útero, a través del cérvix uterino, que es una estructura en forma de hocico, por la que fluye la menstruación, penetran los espermatozoides, se dilata en el trabajo de parto, etc, y que es de donde tomamos las muestras de citología para la detección precoz del cáncer uterino. Pero ya sería otro tema para tratar...