Al iPad; al teléfono móvil; a la comida sana o, por el contrario, a la comida basura; a comprar compulsivamente por internet...¿Te suena? Son hábitos un poco obsesivos, algo repetitivos y casi imperceptibles que pueden llegar a robarte atención y tiempo y cuyo control puede escaparse a tu voluntad. Aunque puedan parecer inofensivas, hay que saber detectarlas y controlarlas para no sufrir innecesariamente con ellas.
Mirar al móvil compulsivamente, no poder aguantar un día sin ir al gimnasio, comprar por internet cosas que ni siquiera necesitas... Estos “nuevos vicios” enganchan porque producen una satisfacción inmediata y son muy accesibles. Son, además, gestos que no chocan en una sociedad que premia el hedonismo y santifica la inmediata gratificación.
¿Por qué no puedo parar?
Se ha llegado a medir con escáneres cerebrales cómo la satisfacción a un estímulo, como pasar la tarjeta de crédito en una tienda, genera una dosis de dopamina y una respuesta en el cerebro equivalente a la de la ingesta de chocolate o tabaco. Por eso tenderás a repetir ese “subidón” y cada vez necesitarás comprar más frecuentemente para que el placer sea igual al de la primera vez. A partir de ahí, comprar te excitará cada vez menos, aunque siga haciéndolo, y por eso cada vez querrás más y más. Pronto se acabará convirtiendo en una cadena: sin comprar no serás feliz.
Las más habituales
Desde la nutrición, al trabajo, pasando por la tecnología, todo se puede convertir en una adicción patológica. Estas son las más comunes:
> Internet. 1 de cada 4 personas pasa más de seis horas conectada, pero el tiempo no es la única señal de alarma. Sentir ansiedad cuando no se está navegando por internet y perder la noción del tiempo cuando se está conectado sí debe ser motivo de preocupación. En ocasiones, internet se utiliza como vía de escape y el usuario se ampara en el anonimato o en la creación de un perfil nuevo que le sirve para evadirse.
> Teléfono móvil. La ansiedad que provoca su falta tiene nombre: nomofobia (“no-mobile-phone phobia”). Según un estudio del Centro de Estudios Especializados en Trastornos de Ansiedad, la mitad de los usuarios tiende a sentir ansiedad cuando se le agota la batería del móvil, lo pierde o se queda sin cobertura. Consultar repetidamente el teléfono para ver si ha entrado un nuevo whatsapp o chequear la aplicación del tiempo es un acto que distrae la atención e impide la concentración que requieren muchas tareas cotidianas. Aprender a controlar los miedos que provoca estar alejado de él y desprenderse gradualmente son recomendaciones generales que pueden ayudar a desengancharse.
> Gimnasio. Vas una tarde y te rebosan las endorfinas. Sudorosa y exhausta, experimentas la felicidad, tras doce horas de trabajo, de modo que no dudas en volver al día siguiente y, de nuevo, recuperar la explosión de bienestar.
> Alimentación sana. La ortorexia llevar hasta el extremo el interés por tomar exclusivamente alimentos sanos o 100 % naturales, lo que supone desterrar de la dieta nutrientes necesarios. Se rechazan las carnes grasas, los alimentos que llevan aditivos y también aquellos en cuyo cultivo se han utilizado pesticidas. Los afectados se interesan al máximo por el origen de los alimentos que ingieren y quieren cocinarlos personalmente. La ortorexia limita así no solo la salud sino también la vida social. Una reeducación alimentaria progresiva y la ayuda psicológica son necesarias para superarla.
> Comida basura. Según un estudio de The Scripps Research Institute, una investigación llevada a cabo con ratones demostró que cuando se come comida basura el cerebro desarrolla los mismos mecanismos moleculares que propician la adicción a las drogas. Así es fácil entender por qué mucha gente no se puede contener ante una hamburguesa o un helado. No es fácil alejarse de este hábito. Los expertos recomiendan anotar en un diario la comida que se ingiere para ser conscientes de lo que se come. A partir de ahí hay que ir paso a paso, intentando disminuir la presencia de comida basura en la dieta, reduciendo la cantidad e intentando vencer el primer impulso.
> Compras online. Un informe de la Unión Europea considera que un 30% de los españoles tienen problemas de autocontrol a la hora de comprar por internet y un 5 % se pueden considerar adictos a las compras. La ropa y las joyas suelen ser los productos preferidos por las mujeres mientras que los hombres optan por adquirir tecnología. Detrás de esas compras se esconde muchas veces un problema de autoestima que se intenta superar mediante la adquisición de productos que hagan sentir mejor, más atractivo físicamente. Si la persona esconde lo que compra o si le genera un problema económico deben saltar las alarmas y ponerse en manos de un profesional.
Consejos para superarlo
Aunque la ayuda psicológica es necesaria en los casos más acuciantes, el primer paso siempre es huir de la soledad y buscar cómplices o apoyos que te distraigan, ya que es más sencillo luchar contra ellas si tienes compañía. En el fondo, se trata de ser capaces de recuperar los placeres no estereotipados ni mecanizados y de buscar tiempo para explorar ese mundo de cosas diversas que sí te harán más felices.