Importada de las filosofías orientales, la meditación es una actividad que, cada día, está más de moda en todos los países del planeta. Y es que, hablamos de un hábito sencillo que aporta beneficios probados al cerebro y al organismo, ayudándote a vencer el estrés, a conectar más y mejor con tu cuerpo y, en definitiva, a ser más feliz.
Meditar es una actividad sencilla, que practicada durante no más de diez minutos al día puede ser clave en tu bienestar al activar ciertas áreas cerebrales relacionadas con la felicidad y la salud.
¿Cuál es el método adecuado? En realidad no hay uno solo. Por ejemplo, para el budismo implica tener conciencia de lo que nos rodea; otras disciplinas recurren a la repetición de mantras, el control de la respiración o la concentración en un determinado objeto... Si te animas a probarla, aquí tienes una pequeña guía de consejos:
- Comienza por encontrar un momento en el que estés tranquila, sin distracción alguna y sin que nadie te necesite. El momento ideal suele ser por la mañana, porque la mente está más descansada, aunque también hay quien lo hace por la noche, para relajarse.
- Busca un lugar ordenado, por ejemplo tu dormitorio, mejor si está pintado en tonos claros. Puedes montarte incluso un rincón específico para meditar con flores, velas, música...
- La postura más habitual para practicar la meditación es sentada en el suelo en la postura del loto, con las piernas cruzadas y la espalda en línea recta con la cabeza. Si te resulta muy complicado, simplemente siéntate en una silla que te resulte cómoda o con la espalda apoyada en la pared.
- Llega el momento clave: la concentración. No te muevas y cierra los ojos, o mantenlos abiertos con la mirada fija en un objeto. ¡Nada de presiones! Se trata simplemente de alcanzar un estado de relajación. Si no consigues esa sensación de “mente en blanco”, recurre a la respiración. Inspira y expira de forma tranquila y profunda, siendo consciente de cada movimiento, notando cada parte de tu cuerpo.
- Cinco minutos al día son suficientes para empezar. A partir de ahí podrás ir aumentando el tiempo dedicado en función de lo que pida el cuerpo.
Beneficios para cuerpo y mente
Lo importante, dado que se trata de una actividad que requiere una inversión de tiempo y esfuerzo bastante pequeña, es que no te marques grandes expectativas. Con constancia y paciencia, pronto no podrás vivir sin ese momento de introspección cotidiano. Además, numerosos estudios científicos avalan sus beneficios.
- Meditar, según pruebas magnetoencefálicas, otorga una mayor densidad neuronal, disminuyendo la posibilidad de sufrir alzheimer y enfermedades neurodegenerativas
- Esta actividad reduce de forma natural la presión arterial, disminuye los niveles de colesterol y, en consecuencia, mantiene el corazón en forma.
- Al incrementar las emociones positivas, meditar facilita la recuperación más rápida en las enfermedades. La meditación controla los ritmos alfa de las cortezas sensoriales, lo que hace que las molestias sean de menor intensidad y más previsibles. Y cuando un dolor se puede anticipar es más fácil de sobrellevar. En general, meditar contribuye a sobrellevar dietas médicas complicadas y a preocuparnos más y mejor por nuestra salud.
- Ayuda a ser más afectivo. Esto ocurre porque calmando la mente coloca al hombre frente a la desnuda realidad de su experiencia, que le hace valorar lo que realmente vale la pena: las personas que hay alrededor.
- ¡Hace feliz! Aporta gran actividad a la corteza prefrontal izquierda, área asociada con la alegría y la felicidad; además, al aumentar la autoestima libera endorfinas, lo que hace que te sientas muchísimo mejor.