El chantaje emocional es una eficaz estrategia de manipulación que utilizan algunas personas para cubrir sus necesidades, conseguir salirse con la suya o mantener su poder en la relación.
No sólo estamos hablando de parejas, ya que nadie se escapa a esta terrible plaga de malintencionadas amenazas. Amigos, familiares o compañeros de trabajo pueden llevar años inundando tu cabeza con perlitas tales como “si no vienes a verme, me sentiré muy triste”, “necesito que te quedes a ayudarme porque yo sólo no podré con todo”, “ si me dejas no podré superarlo”, “sólo quiero lo mejor para nosotros”, etc.
Cuando se produce un chantaje emocional, podemos detectar la denominada secuencia MOC (miedo, obligación y culpa).
Por una parte, nos invade el miedo a la pérdida de esa persona si no obedecemos a sus peticiones. Además la empatía excesiva hacia la otra persona, que se nos presenta disfrazada de víctima, nos lleva a sentirnos obligados a realizar lo demandado por quien ejerce el chantaje, y el sólo hecho de pensar en la posibilidad incumplir con sus peticiones hace que nos sintamos culpables y únicos responsables de la desdicha y sufrimiento de la otra persona.
Pero aceptar las demandas del chantajista profesional tampoco tiene consecuencias positivas para nosotros, si no todo lo contrario. Ceder a esas amenazas y actuar en contra de nuestros propios valores y necesidades nos aleja de nuestra integridad, y merma nuestra autoestima y confianza en nosotros mismos.
Al decir sí y aceptar las peticiones de la persona chantajista, estamos reafirmando el poder que cree ejercer el otro sobre nosotras. Si no ponemos freno a esa situación, a pesar de mantener la relación y obtener la cercanía de esta otra persona, nos condenaremos a vivir siempre bajo una halo de amenaza y sentimiento de culpa.
En una relación sana existe un equilibrio entre el dar y el recibir de una manera natural y voluntaria, en una relación dominada por el chantaje emocional existe la exigencia de dar para recibir.
Para que podáis reconocer si estáis siendo víctimas de un/a chantajista emocional (y así ponerle freno) aquí tenéis las principales estrategias que utilizan en el día a día de la relación:
- Se hacen las víctimas. El sentimiento de culpa y la pena son sus mejores cartas.
- Verbalizan las consecuencias negativas que tendrá el no cumplir con sus peticiones.
- Usan el cariño como recompensa que se nos dará o no en función de si cedemos a sus necesidades.
- Nos encandilan con promesas de cambio, de situaciones ideales, de sueños compartidos que se llevarán a cabo si cedemos a sus exigencias.
- Nos castigan con su silencio, rechazo o menosprecio si no hacemos lo que nos solicitan.
Di adiós a al chantaje emocional, ¡te mereces la oportunidad de compartir tu vida con personas que sumen, no que te resten energía!