Durante siglos la literatura, la sociedad, las religiones, las familias… nos han proporcionado multitud de mitos y leyendas sobre el amor, las relaciones y el concepto de pareja. Pero, ¿es cierto todo lo que hemos aprendido sobre ello?
La pareja, es un complejo sistema formado por dos personas que se encuentran unidas por un vínculo emocional y que deciden construir de manera voluntaria un proyecto de vida en común.
Esta simple definición esconde varios aspectos que, en ocasiones, olvidamos o dejamos de cumplir. Por ejemplo, ¿cuántas personas conviven con su pareja pero no comparten un proyecto de vida?, o ¿cuántas personas se encuentran inmersas en una relación insatisfactoria pero se sienten obligadas a continuar en esta situación?
Por tanto, podemos decir, que lo sencillo a veces no resulta tan fácil, y que nuestra pareja, en algunos momentos puede convertirse en aquella persona con la que sólo compartimos gastos y malentendidos.
Todo esto no nos debe desanimar, sino hacernos ver la importancia de construir nuestra relación de pareja de una manera consciente y responsable, aprendiendo cada día de nuestros errores y salvando las situaciones complicadas con creatividad, cariño y paciencia.
¿Cuáles son los pilares de una relación de pareja sana?
A pesar de que cada pareja es un mundo, hay una serie de variables que favorecen la durabilidad de la pareja y ayudan a aumentar nuestra satisfacción en este ámbito. La lista es extensa, de momento, aquí tenéis algunas de ellas:
- Autoestima sana.
Somos seres completos y no necesitamos de otras personas para sentirnos valorados. Si nos queremos, respetamos y nos aceptamos a nosotros mismos, sabremos querer, respetar y aceptar a nuestra pareja.
- Comunicación eficaz.
Es importante asegurarnos que nuestra pareja entiende nuestro mensaje, tanto el que decimos literalmente, como lo que estamos intentando transmitir con esas palabras. Por ejemplo, un “me molesta que siempre salgas tarde de trabajar y te vayas con tus amigos”, puede esconder detrás un “necesito compartir más momentos contigo”.
- Aceptación.
En ocasiones nos enamoramos de expectativas o imágenes creadas por nosotras mismas que poco tienen que ver con la realidad de nuestras parejas. En lugar de focalizarnos en “cambiar a la otra persona” es conveniente descubrir que aspectos positivos tiene nuestra pareja.
- Diversión.
La pareja no es una carga, es una oportunidad de compartir aventuras, reír y disfrutar junto a la otra persona. Promueve tiempo y espacio para disfrutar con tu pareja, ya sea a través de aficiones, salidas, o simplemente ¡dejad el móvil en casa y salir a pasear!