El Sofoco es el síntoma principal de la menopausia. Al menos el 50% de las pacientes experimentan durante la peri y menopausia esa sensación ‘súbita’ de calor intenso acompañado de rubor y sudoración ‘sofocante’ y aumento de frecuencia cardíaca. Sólo un 20% de las pacientes los tendrán más allá de 5 años.
Generalmente los sofocos duran menos de 2 minutos, aunque la sudoración acompañante puede llegar a los 30 minutos. Y hay pacientes que pueden tener 2 o 3 al día, frente a otras (pocas) que llegan a los 20 diarios, con una menor calidad de vida consecuentemente.
¿Cuál es la causa de los sofocos en la menopausia?
Los sofocos son impredecibles pero los desencadenantes son principalmente: el estrés emocional, comidas copiosas, el tabaco, consumo de alcohol y cambios bruscos de temperatura.
¿Cómo aliviar los sofocos en la menopausia?
¿Cómo aliviar los sofocos en la menopausia? La imagen de la paciente perimenopáusica con la cara enrojecida y el abanico no es propia del pasado, y seguimos hablando en la consulta de abrir la ventana por las noches, aún en pleno invierno. Pero las pacientes no deben sufrir en silencio. Es fundamental instaurar hábitos de vida saludables, muy manidos en los medios sociales y difíciles de alcanzar, con una dieta equilibrada adecuada para la menopausia, menor cafeína y alcohol y ejercicio aeróbico regular. Saber controlarlos con disciplina mejorará claramente su frecuencia e intensidad.
Asociado al cambio en el estilo de vida y la adaptación mental al momento, la terapia fundamental y que funciona para los sofocos y el resto de los síntomas es la Terapia Hormonal sustitutiva. El uso de estrógenos paliará rápida y por completo los efectos indeseables. Sin embargo hay que sopesar bien el riesgo-beneficio de esa terapia y sobre todo cuánto ha de mantenerse. Si no podemos usarla en la paciente o bien los síntomas no son tan intensos como para necesitarla, existen soluciones más naturales, una verdadera “nutriciencia” de la menopausia. Son principalmente complejos de fitoestrógenos y vitaminas y oligoelementos.
Remedios naturales para los sofocos en la menopausia
En este caso la fuente principal de fitoestrógenos (estrógenos de las plantas) son las isoflavonas de granos de soja. Sus formas activas al introducirse en el organismo (Genisteína y Daidzina) tienen alta afinidad por cerebro, hueso y vasos sanguíneos, y poca por mama y útero, por lo que presentan muchos beneficios potenciales con un casi nulo riesgo de cáncer de mama y genital.
Más allá de las clásicas “infusiones calmantes”, y ‘remedios naturales’ sabidos en las culturas del mundo, tenemos complejos nutricionales que suman esas isoflavonas de soja a otros extractos calmantes (Melissa y Salvia), antioxidantes para correcta función celular (pepitas de uva y extracto romero), ácidos grasos libres Omega-6, etc. Es el caso de Donnaplus Menopausia ®, uno de los más completos en el mercado para mejorar los efectos indeseables de esta etapa tan complicada.
Como vemos, existen muchas fórmulas para estos tediosos síntomas. La labor en la consulta es tranquilizar, orientar y ayudar a la mujer a cuidarse un poquito más en esta etapa.