Otro año más ha llegado a nuestras vidas el deseado período vacacional. Y, una vez más, nos disponemos a apartar de nuestra mente (al menos por unos días) la rutina de las preocupaciones y quejas, para así dar paso a la tranquilidad, diversión y el pleno disfrute de nuestro tan merecido descanso. Pero ¿y si esta vez preparamos nuestra “vuelta al cole”? ¿Y si aprovechamos “el buen rollito del verano” para dar un giro a nuestras vidas?
Si estáis dispuestas a arriesgaros y queréis que este mes de septiembre sea el inicio de una nueva etapa, os proponemos comenzar vuestro cambio con una simple pregunta que os llevará a una profunda reflexión: ¿Eres víctima o creadora de tu vida?
Las personas auto-consideradas víctimas de su vida culpan de sus actos, pensamientos o circunstancias a algunas fuerzas ajenas que se escapan del propio control de la persona. Los problemas de su vida son culpa de los demás y ellos se presentan como meros damnificados de la situación. Por tanto al no tener control del problema, no sienten la necesidad de movilizarse para encontrar la solución.
A corto plazo esta opción parece una alternativa satisfactoria, ya que con ella evitamos enfrentarnos al cambio y al temor que eso nos supone. Pero a medio y largo plazo, mantenernos en una posición de víctima nos provoca frustración, sensación de estancamiento, baja autoestima y además hacemos crecer nuestros miedos e inseguridades (ya que al evitar el cambio estamos evitando nuestro aprendizaje y desarrollo).
Las personas catalogadas como creadoras de su destino consideran que, en cualquier situación, tienen la posibilidad de decidir qué posición, actitud o camino tomar. A estas personas también les afecta variables o circunstancias que no dependen de ellas directamente, como por ejemplo la crisis laboral, que su pareja le abandone sin motivo aparente, que su jefe le trate mal a él y al resto del equipo, etc. La diferencia entre la posición de víctima y la de creadora reside en que las personas creadoras se sienten parte del problema (desde una perspectiva positiva y no de culpabilidad) y por tanto, se consideran parte de la solución.
Estas personas dejan el dramatismo a un lado para afrontar las adversidades del camino vital desde la aceptación, realismo y responsabilidad.
Y es que responsabilidad no significada “sentirnos culpables de”, responsabilidad quiere decir “habilidad para responder ante una situación”.
Por tanto, las personas creadoras ante cualquier situación, sienten que tienen la capacidad de dar respuesta, se arriesgan a tomar decisiones, y así, gestionan su vida.
Y tú, ¿en qué posición estás ante la vida? ¿Dónde te ha llevado esta posición?
Y más importante aún, ¿desde qué posición partirás este mes de septiembre?