La menstruación es la causa más frecuente de anemia en la mujer fértil. La anemia es la disminución del número de glóbulos rojos en la sangre o eritrocitos. Éstas son las células que transportan el oxígeno para nutrir al resto de células a través de una proteína famosa llamada hemoglobina.
Es evidente que durante la menstruación se pierde una cierta cantidad de sangre, pero por lo general no es suficiente para conferir una condición de anemia en las mujeres sanas.
Sin embargo, en aquellas mujeres con menstruaciones muy abundantes, puede aparecer anemia y dar lugar a muchos síntomas:
- Cansancio crónico, malestar general, dolor de cabeza, palidez, caída del cabello, tristeza…
- Incluso a nivel ginecológico disminución de líbido, falta de ovulación y sangrados irregulares.
Estos síntomas y la escasa fabricación de sangre se debe principalmente a la pérdida de hierro, un mineral fundamental para nuestra vida, que permite que las células tengan oxígeno para vivir.
Esto es especialmente delicado en las mujeres que se encuentren en las situaciones siguientes:
- Mujeres que tengan consumos importantes de hierro (delgadas con bajo índice de masa corporal, que hacen mucho deporte, por ejemplo el running que actualmente está tan de moda).
- Mujeres con pérdidas asociadas: Enfermedad inflamatoria intestinal y otros trastornos digestivos, cánceres…
Así se recomienda en mujeres sanas que durante la menstruación sigan una dieta rica en hierro: énfasis en verduras de hoja, legumbres, carnes rojas, huevos, frutos secos como el pistacho, entre otros, y que la cumplimenten con alimentos ricos en vitamina C para favorecer una correcta absorción.
También puede ser necesario tomar suplementos específicos de hierro oral. O polivitamínicos, especialmente, en etapas de estrés y períodos en los que se requiera de mucha concentración.