La menstruación y las principales anomalías menstruales (parte nº1)

6 de Octubre del 2022

Es relativamente frecuente que acudan a mi consulta pacientes con problemas menstruales. De hecho, debemos tener en cuenta que las alteraciones menstruales son cada vez más asiduas tanto en mujeres jóvenes como en mujeres adultas que todavía no han llegado a la menopausia, y que con preocupación deciden acertadamente concertar una visita con su ginecólogo.

Las alteraciones menstruales pueden observarse principalmente en la cantidad, ciclicidad, en la duración o periodo entre el inicio y el fin del ciclo o en las características del flujo menstrual.

Una de las primeras cosas que me gusta que mis pacientes conozcan y entiendan es que la menstruación es una fase de un ciclo muy complejo que tiene como objetivo preparar el útero de la mujer para poder albergar oportunamente un embarazo. El ciclo menstrual es el resultado de una coordinación perfecta entre el hipotálamo y la hipófisis sobre el ovario, lo cual termina produciendo un crecimiento y descamación sincrónica del endometrio.

Cabe destacar que el ciclo menstrual de cada mujer es ligeramente distinto, así como la duración de las diferentes fases que se presentan. La edad también es un factor a tener en cuenta ya que el ciclo menstrual de una chica joven no tiene porque ser el mismo que el de una mujer adulta. El desconocimiento de este aspecto suele producir a menudo dudas en chicas jóvenes y sus familias, por lo cual es importante conocer que durante la adolescencia es totalmente normal que se presenten ciclos más largos e irregulares. No obstante lo mencionado anteriormente, podemos decir de forma general que un ciclo menstrual promedio puede durar alrededor de unos 28 días (se pueden presentar ciclos más cortos o más largos llegando a presentarse ciclos de 21 a 45 días). 

El ciclo menstrual se compone principalmente de 4 fases:

  • En primer lugar encontramos la que seguramente sea la más conocida, la menstruación o fase secretora. Esta fase es conocida popularmente como “la regla” y es el período de sangrado mensual de una mujer mediante el cual se produce una liberación de las células que recubren el interior del útero. Esta fase suele durar alrededor de 4 a 7 días, aunque puede oscilar ligeramente dependiendo de cada mujer.
  • La fase de crecimiento endometrial o proliferativa es la fase que sigue a la menstruación. Dentro de esta fase existe la preovulación, la ovulación y la postovulación. La preovulación consiste en la maduración de uno de los óvulos que se encuentran en el ovario y a la vez se prepara el endometrio para la posible implantación si hubiera fecundación del ovocito. La duración de esta fase se encuentra entre los 6 y 7 días posteriores a la menstruación. 

Seguidamente, tenemos la ovulación, fase en la cual el óvulo termina de madurar y es trasladado al útero pasando por las trompas de falopio. Habitualmente, la ovulación se produce a partir del día 14 del ciclo menstrual con un margen de 5 días aproximadamente.
Por último, la postovulación – fase lútea, que es la fase en la que, si el óvulo no ha sido fecundado, involuciona y será expulsado durante la menstruación. El final de la postovulación dará lugar al inicio de un nuevo ciclo menstrual.

Por tanto, como podemos ver, las alteraciones o anomalías menstruales pueden no aparecer solo durante la menstruación, sino que también pueden presentarse antes o después de esta, es decir en alguna de las diferentes fases del ciclo menstrual.

Son muchas y muy diversas las causas que pueden originar dichas anomalías, aunque la mayoría de ellas afectan a la propia duración del ciclo menstrual o a la frecuencia en la que se presenta, los dolores previos a la menstruación y/o durante la duración de esta fase y por último la intensidad en el sangrado.

En esta ocasión me gustaría hablaros de dos alteraciones muy concretas, y por desgracia relativamente comunes en la consulta, que afectan por una parte a la frecuencia en la que se produce el ciclo menstrual y por otra a la intensidad en el sangrado.

La amenorrea o ausencia de menstruación puede presentarse en diferentes etapas del desarrollo de una mujer. En algunos casos puede presentarse en chicas jóvenes, justo al inicio de la pubertad, en las que no se presenta la primera menstruación o menarquia. En otros casos, habitualmente, en mujeres adultas se produce cuando ha existido menstruación sin sangrado durante varios meses consecutivos.

Problemas relacionados con la menstruación


La amenorrea tiene principalmente dos orígenes:

  • Puede estar ocasionada por una disfunción en la ovulación debido a una alteración en el ciclo ovárico producido por un problema de estimulación hormonal. Este suele ser el tipo de amenorrea más frecuente en la consulta.
  • Otra posibilidad es que se deba a una anomalía anatómica que impide que se produzca la estimulación hormonal necesaria para la ovulación o que impide el flujo menstrual normal.

Algunas de las causas que pueden ocasionar la amenorrea son: el exceso de actividad física, el estrés intenso, los desórdenes alimentarios con afectación en el peso corporal, determinados fármacos, otras enfermedades que afecten a la producción y/o estimulación hormonal, la lactancia, el síndrome del ovario poliquístico, entre otras.

En este punto y como médico especialista en ginecología y obstetricia debo hacer un pequeño paréntesis y destacar que en caso de sangrado irregular o ausencia de menstruación y sangrado vaginal no menstrual en mujeres en edad reproductiva la primera sospecha siempre es el embarazo. De hecho, la principal causa de amenorrea en mujeres en edad reproductiva es siempre el embarazo, aunque en dichos casos no la tratamos como una anomalía propiamente dicha.

La amenorrea suele tratarse en base al origen de esta anomalía de tal forma que corrigiendo la alteración que corresponda el ciclo menstrual vuelva a la normalidad.

La otra alteración menstrual de la que os quiero hablar es la dismenorrea. Esta anomalía hace referencia a los cólicos menstruales o al dolor abdomino-pélvico que se produce en la fase de menstruación o incluso unos días antes de que ésta se produzca. Cabe destacar que los dolores menstruales forman parte de un proceso fisiológico normal y por lo tanto no deben ser considerados como una patología. No obstante, cuando estos dolores son muy intensos y aparecen o se prolongan más de lo natural es importante que se acuda al especialista para realizar una revisión ginecológica junto con una ecografía. La dismenorrea puede causar también mareos, vómitos, dolores y calambres en piernas y parte inferior de la espalda, diarrea y malestar intestinal, cefaleas e incluso malestar general, debilidad y fatiga.

Principalmente diferenciamos dos tipos de dismenorrea:

  • Por una parte, encontramos la dismenorrea provocada por los dolores menstruales comunes o también llamados cólicos menstruales. Como hemos comentado, se trata de un proceso fisiológico y mientras dichos dolores no impidan una vida normal o menoscaben la salud y bienestar de la mujer, no deben ser motivo de preocupación para la paciente.
  • Por otra parte, cuando el dolor menstrual es muy agudo nos encontramos ante otro tipo de dismenorrea sobre la cual debemos prestar especial atención. En este caso la dismenorrea puede ser causada por alguna otra patología del órgano reproductor femenino como, por ejemplo, una infección, la presencia de quistes ováricos o la últimamente muy comentada endometriosis. En este caso es muy importante que acudamos al ginecólogo para una valoración médica. La detección precoz de determinadas patologías es clave en su evolución posterior.

En este sentido, siempre indico a mis pacientes que una de las formas más sencillas de prevenir la dismenorrea o, mejor dicho, reducir los dolores menstruales es llevar una vida saludable. Una alimentación saludable y variada, así como un control óptimo del peso y el ejercicio físico moderado suelen ser claves en la prevención y mejora de los síntomas de la dismenorrea. Así mismo, el consumo de alcohol y tabaco está totalmente contraindicado.

Como hemos podido ver a lo largo de este artículo, comprender mejor el ciclo menstrual y como se presenta en las diferentes etapas de la vida de una mujer nos ayuda a poder detectar mejor si el ciclo menstrual de las pacientes es fisiológico o presenta algún tipo de alteración. La amenorrea y la dismenorrea son dos posibles alteraciones menstruales que se presentan de forma relativamente común en las mujeres, por lo que es sumamente importante que tanto los médicos especialistas, como las mismas pacientes y todo su entorno velemos, cuidemos, comprendamos y escuchemos para así poder hallar en cada caso la mejor opción para garantizar el bienestar de la mujer.

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