Son muchas las mujeres que necesitan tomar uno o varios medicamentos durante su embarazo, casi 9 de cada 10 gestantes lo hace. Si a esto le sumamos que frecuentemente se automedican, podemos decir que la situación es realmente de cuidado.
En el embarazo se producen una serie de cambios adaptativos importantes que pueden modificar la absorción, distribución, metabolismo y eliminación de los medicamentos, alterando su eficacia y seguridad. Sin embargo el empleo de medicamentos puede ser necesario e incluso en algunos casos imprescindible para la correcta evolución de la gestación, al tratar enfermedades que ponen en riesgo tanto a la madre como al feto ( infecciones, hipertensión, diabetes, anemia, dolor, etc).
A continuación presentamos algunas recomendaciones generales que sin duda son muy importantes en la práctica médica diaria a la hora de recetar cualquier medicamento:
- Reevaluar los fármacos consumidos con anterioridad en caso de confirmación de embarazo.
- Considerar a toda mujer fértil como potencialmente embarazada en el momento de prescribir un fármaco.
- Prescribir únicamente los fármacos estrictamente necesarios.
- Evitar la prescripción de fármacos durante el primer trimestre de gestación, siempre que sea posible.
- Utilizar fármacos con experiencia constatada de seguridad. En caso de no ser posible, utilizar la alternativa farmacológica de menor riesgo.
- Utilizar la menor dosis eficaz y durante el menor tiempo posible.
- Evitar, siempre que sea posible, la polimedicación.
- Informar sobre los peligros de la automedicación.
- Vigilar la posible aparición de complicaciones o efectos secundarios adversos.
Lo más importante siempre, es consultarlo con tu médico.
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http://www.semst.org/libros/pdfs/Medicamentos_y_embarazo.pdf