En las antiguas civilizaciones mayas y aztecas el cacao era considerado un elixir y se utilizaba con finalidad curativa contra el cansancio, la delgadez extrema, la anemia o la fiebre. Para los indios era “el alimento de los dioses” y así fue como el botánico Linnaeus llamó a la planta Theobroma cacao.
La bebida amarga obtenida de los granos de cacao ha evolucionado hasta el chocolate actual, que se obtiene al mezclar la pasta de cacao y azúcar, con o sin manteca de cacao. A partir de esta combinación básica se elaboran los distintos tipos de chocolate, dependiendo de las proporciones entre estos ingredientes y de su mezcla opcional con leche, frutos secos (avellanas, almendras, nueces, piñones), cereales, frutas desecadas (pasas) o confitadas (naranja por ejemplo).
Los tipos básicos de chocolate son:
- Chocolate negro: de sabor amargo, debe contener un mínimo del 43% de cacao. Es el que tiene menos azúcar y menos grasa.
- Chocolate con leche: con leche añadida y menos proporción de pasta de cacao. Contiene más calcio que los demás.
- Chocolate blanco: no se trata de chocolate como tal porque se elabora con manteca de cacao, leche y azúcar, sin pasta de cacao. Es el más rico en azúcar y grasa, y como consecuencia el más calórico.
- Chocolate a la taza: mezclado con harina de trigo, arroz o maíz que espesa con la cocción.
- Chocolate de cobertura: con mayor proporción de manteca de cacao que funde fácilmente.
El chocolate es un alimento muy energético, 100 gramos de chocolate pueden transformarse en 500 kcal. Es fuente de minerales como potasio, fósforo, magnesio y calcio. El alto contenido de grasa y azúcar lo sitúa en el vértice de la pirámide de la alimentación saludable con los alimentos de consumo moderado y ocasional. Hay que reservarlo para ocasiones especiales y para personas con un estilo de vida activo.
Sus cualidades saludables se atribuyen a su contenido en flavonoides, unos compuestos naturales con actividad antioxidante que protegen al organismo de los radicales libres.
Actualmente el interés científico del chocolate se basa en el efecto beneficioso de los flavonoides sobre los niveles de colesterol y la prevención de enfermedades cardiovasculares.