Con las primeras lluvias de otoño los bosques y prados se llenan de setas, muchas familias salen de excursión el fin de semana para buscarlas y recolectarlas, aparecen en los mercados con toda su gama de colores y en la cocina aprovechamos tan saludable alimento para preparar platos típicos de ésta temporada del año.
Hay gran variedad de setas y sólo debemos consumir aquellas que se conocen bien o comprarlas en mercados y tiendas especializadas. Más vale desechar las dudosas o desconocidas que pasar un mal rato.
Las setas son la parte comestible de algunos hongos. Muy bajas en calorías, contienen mucha agua, fibra, y son una buena fuente de fósforo y potasio.
Son ideales para las personas que quieren controlar su peso en dietas adelgazantes y para las que tienen niveles altos de colesterol en sangre, pues las setas no contienen nada de grasa.
Se pueden cocinar como plato principal a la plancha, a la brasa, al horno o salteadas con aceite de oliva, ajo y perejil. Resultan un relleno muy sabroso para canelones, lasañas y crepes, combinan bien con platos de arroz y pasta, y con huevo en revoltillo o tortilla. También como guarnición de carnes y pescados. Para los pequeños de la casa les encantará en uno de sus platos favoritos, la pizza, con tomate, queso, orégano y taquitos de jamón york.
El champiñón es una variedad de seta que se puede comer también cruda en ensaladas. Disponemos de ellos todo el año porque se cultiva.
Ya veis que con las setas se pueden preparar infinidad de platos, un alimento de temporada muy saludable para incorporar en nuestra dieta.