Escrito por Sonia March y Monica Peitx
La osteoporosis es una patología que afecta al esqueleto. Se caracteriza por una disminución de la densidad ósea y una alteración de la estructura del hueso, predisponiendo a la aparición de fracturas, de manera espontanea o tras traumatismos. Es una de las enfermedades más comunes y afecta a un gran número de mujeres en los últimos estadios de la vida. Esta enfermedad tiene muchas causas pero la osteoporosis posmenopáusica es la más común.
¿Cómo podemos prevenir la osteoporosis?
El tratamiento actual de la osteoporosis resulta poco satisfactorio. No se dispone de ningún medio para recuperar la masa ósea perdida, por lo que son muy importantes las medidas preventivas.
El estilo de vida y la alimentación son factores básicos tanto para su prevención como en el tratamiento de la osteoporosis. La práctica de ejercicio físico, una adecuada nutrición y evitar ciertos hábitos tóxicos, pueden ser medidas suficientes y efectivas.
Debemos prestar especial atención a:
- El Calcio: mineral de extraordinaria importancia que determinará los niveles de masa ósea desarrollada, desde la infancia hasta la tercera edad de la vida. Parece ser que el pico de masa ósea desarrollado por una persona viene determinado (en gran medida) por la ingesta de calcio durante la adolescencia. La nutrición debe ser adecuada y equilibrada, con una ingesta correcta de Calcio adaptada a cada edad y estilo de vida.
- Vitamina D: esta vitamina es fundamental para la absorción de calcio en los huesos. Se encuentra en alimentos como la leche, los pescados y mariscos. Un factor muy importante es que la Vitamina D se puede sintetizar con la exposición a los rayos del sol. Es recomendable salir a caminar y disfrutar del sol durante todo el año para que podamos fabricar nuestra propia Vitamina D. Con sólo unos minutos al día es suficiente y estaremos ayudando a que nuestro cuerpo pueda fijar el Calcio en los huesos.
- Mantenerse activo: muchas mujeres con osteoporosis tiene miedo a hacer ejercicio por temor a fracturarse. Pero el ejercicio es parte fundamental en la reconstrucción de nuestros huesos. Los ejercicios aeróbicos hacen que nuestra sangre fluya y lleve los nutrientes que necesitamos a nuestros huesos. Los ejercicios de fuerza, activan las células que son responsables de depositar más calcio en nuestra masa ósea. El ejercicio físico es un pilar de nuestra salud, y en la prevención y tratamiento de esta patología. Algunos de los ejercicios recomendados que nos ayudan a mantenernos activos, y a la vez prevenir caídas, son la gimnasia en el agua, la bicicleta estática y la maquina elíptica. Es de extrema importancia abandonar ciertos hábitos tóxicos, como el tabaco y alcohol, que son capaces por si solos de reducir la masa ósea.
En resumen, una dieta variada y equilibrada, la práctica de actividad física regular y unos hábitos saludables son los factores determinantes para una buena salud ósea y la prevención de esta patología.