Se considera que algo falla en tu relación cuando se produce menos de un encuentro sexual al mes. Las cifras no engañan. El número de parejas que pierden la líbido va en aumento. ¿Cuáles son las razones? Rutina, cansancio, estrés, aburrimiento, discusiones… ¿Hay alguna solución? ¿Se puede recuperar la pasión perdida?
Me duele la cabeza. Estoy muy cansada. Es tarde. Mañana madrugo. ¿Cuántas veces has puesto estas excusas a tu pareja para no mantener relaciones sexuales? ¿Y él alguna vez te ha rechazado porque ha bebido demasiado, porque tiene problemas en el trabajo o porque ha perdido su equipo de fútbol? La falta de apetito sexual afecta a hombres y a mujeres. Se estima que durante el primer año de convivencia la frecuencia sexual media es de unos 3,2 encuentros a la semana, durante el tercer año disminuye a 1,9 y después se queda en 1,1. La pasión inicial poco a poco se va apagando y la convivencia pasa factura. El cansancio, el estrés, la rutina, el trabajo, los niños…
¿Quieres recuperar el apetito sexual? ¿Sabes qué factores o circunstancias bajan tu líbido? Toma nota:
- Huye de la rutina, del aburrimiento; elige otros lugares y pon en práctica nuevas posturas. La novedad estimula y motiva. Tienes que olvidarte del trabajo, de la lavadora y de tus hijos y disfrutar con los juegos previos. Es importante que redescubras los rincones de tu cuerpo y los de tu pareja. Sin prisas. ¿Idea sexy para empezar bien el día? Pon el despertador veinte minutos antes y despiértale con caricias y besos.
- Di adiós a las inhibiciones y a la apatía y deja que la fantasía adorne tu vida. Cuanto más fantasees más pensamientos eróticos tendrás y mayor será tu líbido.
- Olvídate de tus complejos. Tú cuerpo ha cambiado y el suyo también. Acéptate como eres; él te quiere así. Convéncete de que eres sexy y los demás te verán sexy. Si necesitas un plus de autoestima, renueva tu ropa interior, ponte un buen escote, ponte un buen tacón.
- Habla y escucha. La comunicación sexual es una de las grandes asignaturas pendientes de las parejas. Qué quieres, qué te gusta, qué necesitas. Sin tabúes, sin prejuicios, sin vergüenza. Habla con él de sexo. Mándale algún mensaje insinuante durante la jornada laboral, mientras cenáis con unos amigos o cuando estéis haciendo la compra... Prueba algún juego erótico, puede ayudar a tu imaginación propiciando nuevas prácticas, sensaciones y situaciones.
- Usa tus sentidos las 24 horas del día. Una mirada, un susurro, una caricia... son aliados de tu sensualidad.
- Si tienes hijos, buscad una canguro y regalaos tiempo para estar a solas. Salid del escenario habitual, de vuestra casa, y compartid momentos de complicidad. Rompe tu rutina diaria preparando un viaje romántico o una cena afrodisíaca.
Enemigos de tu líbido:
- Una dieta inadecuada. Tanto si es escasa como si es abundante, afecta a tu deseo sexual. Si tus encuentros son nocturnos, opta por una cena ligera; si sois mañaneros, el broche perfecto es un buen desayuno. Recuerda: una dieta sin suficientes proteínas, vitaminas y minerales disminuye el deseo sexual.
- El exceso de estrés. La ansiedad, el nerviosismo y la irritabilidad reducen el apetito sexual. Intenta delegar tanto en casa como en el trabajo.
- Los estados depresivos. Cualquier trastorno emocional desequilibra los neurotransmisores del cerebro que, además de abatimiento y fatiga, pueden disminuir tu líbido.
- Demasiado alcohol. Cuidado con el vino durante una cena romántica, puedes acabar roncando en lugar de haciendo el amor.
- Baja autoestima. Si has cogido unos kilos y te deprimes cuando te miras al espejo, seguramente tengas la líbido por los suelos. Pero no olvides que aunque estés más rellenita, sigues siendo sexy y deseable.
- Enfermedades y medicamentos. Patologías endocrinas (diabetes y problemas de tiroides), medicamentos para bajar la presión arterial, relajantes, antihistamínicos... disminuyen el deseo sexual.
- Las discusiones. Las peleas, los gritos, el mal humor... provocan estrés y tensión y las consecuencias se llevan a la cama. Dialoga en lugar de discutir, cede, pacta...
- Descansa bien. El insomnio y el cansancio no son buenos amantes.
Recuerda que el sexo tiene muchos beneficios. Además de ponerte en forma y mejorar tu salud cardiovascular, tu sistema inmune y respiratorio, te mantiene joven y atractiva. No busques excusas.