Entre las denominadas “leches” de origen vegetal, la más conocida es la de soja, pero existen otras muchas elaboradas a partir de cereales como la leche de avena o de arroz, o frutos secos como la leche de almendras, que resultan una excelente alternativa para las personas que eligen llevar una dieta sana y equilibrada, para quienes escogen seguir una dieta vegetariana y para aquellos grupos de población que por circunstancias especiales no toleran alguno de los componentes presentes en las leches animales como la lactosa o las proteínas de la leche de vaca.
La principal ventaja de las leches vegetales es su perfil lipídico. Presentan un elevado porcentaje de grasas mono y poliinsaturadas, más cardiosaludables que las grasas saturadas, mayoritarias en las leches de origen animal. Por esta razón, resultan de interés en personas que necesitan seguir una dieta baja en grasas saturadas, como por ejemplo aquellas con elevado riesgo cardiovascular, obesidad, hipertensión, diabetes o colesterol elevado.
Por otro lado, a pesar de que las proteínas de origen vegetal no suelen ser tan completas como las animales, las de la soja, y por tanto de sus derivados, como es el caso de bebidas, leches o yogures elaborados a partir de esta leguminosa, son de elevada calidad. Además se pueden combinar con otros alimentos ricos en proteínas para completar la dieta diaria.
Así pues, las leches vegetales resultan una buena opción para ayudar a tener una dieta variada y equilibrada, y pueden alternarse con el consumo de la leche de vaca y derivados lácteos que por su calidad proteica y elevados niveles de calcio y vitamina D es importante que también formen parte de nuestra alimentación.
Sin embargo, hay que tener en cuenta 2 aspectos:
- En el caso de los lactantes y niños de corta edad hay que utilizar leches vegetales destinadas especialmente a este grupo de población, ya que son las únicas que se adaptan a sus necesidades nutricionales y grado de maduración digestiva.
- Algunas de las leches vegetales comercializadas pueden contener un elevado porcentaje de azúcares. Una opción para evitarlo es prepararlas a nivel casero, a partir de copos de avena o arroz, almendras crudas o soja, lo que más te guste. Es muy sencillo y no te llevará mucho tiempo.
Si quieres saber más sobre las leches de origen vegetal, consulta nuestro blog. Próximamente hablaremos sobre las propiedades de algunas de ellas y daremos ideas de cómo elaborarlas de forma natural.
Para ampliar esta información, puedes visitar los siguientes artículos relacionados:
Los lácteos en la infancia